Por Juan Tomás Valenzuela,
Después de aquella masacre
en que un solo tirador,
quebró la plana mayor
resistiéndose al ataque,
la jefatura está en jaque,
pues su credibilidad
no vale ni una mascá
del tabaco más barato,
ya que de acuerdo al relato,
no se actuó con claridad.
La intervención desastrosa
y poco profesional,
dejó mucho que desear
de esta acción tan sospechosa.
“Aquí se mueve otras cosas”
Murmura la población,
ya que no hay explicación
de que tantos coroneles,
vayan trás esos lebreles
sin llevar un batallón.
5 oficiales y un raso
vencidos en un segundo,
por un solo vagabundo
que había entrado en desacato.
¿Como explicar que un novato
sin doctrina militar,
tan fácil pueda acabar
nada más con un fusil,
sin que un solo proyectil
lo haya podido frenar.
Pero hay algo que no encaja
en esta historia confusa,
la operación fue inconclusa,
aún habiendo tantas bajas.
¿Porque arriesgaron la faja
estos 5 coroneles?
¿No había nadie en los cuarteles?
¿Por que fueron sin sus tropas?
¿Ellos fueron a hacer Coca
pa’ repartirse esos cheles?
Y ahora está la jefatura
queriendo tapar los hechos,
mientra el pueblo, insatisfecho
los tilda de “Caraduras”.
Quieren hacer con premura
un montaje de este caso,
donde tal vez sea algún raso
quien vaya a pagar las cuentas,
como el guardia de VIMENCA,
que murió de un ramplimazo.
3 julio 2018